Diputado Serafín Orantes, dio iniciativa al Proyecto de Ley “Incentivos para el Sistema Agroforestal
El Diputado Serafín Orantes, del Grupo Parlamentario del PCN, dio iniciativa al Proyecto de Ley “Incentivos para el Sistema Agroforestal de Café de El Salvador”, que busca reactivar al este importante sector de la economía, en lo que respecta la producción, generación de empleo y protección al medio ambiente. El proyecto es una iniciativa de los pequeños y medianos productores de Café de la Cordillera de Apaneca-Ilamatepec y con el apoyo del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico y Restauración Ambiental (FUNDESYRAM). El documento fue presentado durante un acto público y posteriormente, el Diputado Orantes introdujo el documento a la Asamblea Legislativa para su estudio y aprobación.
El Diputado Orantes reiteró su compromiso con el sector cafetalero y el apoyo de su Grupo Parlamentario del PCN, para lograr su reactivación.
A su juicio, esa Ley beneficiará directamente a los productores de café, contribuirá a fomentar la recuperación de las áreas de café con sistema agroforestal, el manejo efectivo con prácticas agroecológicas y el aprovechamiento equilibrado de los bosques. Además, se espera el contenido de la normativa y su fiel cumplimiento, estimulen la sostenibilidad de la recarga hídrica, conservación de suelo, condiciones climáticas favorables, desarrollo socioeconómico de los territorios, reducción de riesgos a desastres naturales asociados a los efectos de la variabilidad y cambio climático, con aportes al dinamismo de la economía nacional. Para el legislador, el cultico del café es un tema de País y son preocupantes las proyecciones que el Sector Cafetalero prevé para la producción del ciclo 2019-2020. Para los productores, se espera una “considerable baja” de hasta el 15 % como resultado de la falta de mantenimiento de las fincas. Según los datos oficiales del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), el sector se había recuperado a paso lento desde la crisis de la roya del 2012 y la sequía del 2016, fenómenos que redujeron a la mitad los 1.7 millones de quintales que se producían hace cinco años.